La pizza es un mundo de sabores y texturas, donde cada variedad tiene su propia personalidad. En Alicante, puedes encontrar distintos tipos de pizza según su preparación, grosor de la masa y método de cocción. Descubre cuál es la que mejor se adapta a tu gusto y disfruta de una experiencia única.
La más tradicional y auténtica. Se caracteriza por su masa suave, aireada y con bordes gruesos, cocida a altísimas temperaturas en horno de leña. Su base es ligera y con un toque de elasticidad, lo que la hace única.
Con una base fina y crujiente, la pizza romana se diferencia por su textura más rígida y su horneado más prolongado. Es perfecta para quienes prefieren una pizza más seca y con menos humedad en la masa.
La pizza vegana prescinde de ingredientes de origen animal sin perder sabor ni creatividad. Se elabora con masas tradicionales o integrales, y se cubre con alternativas al queso como anacardos o tofu.
Conocida como «pizza al corte», se hornea en grandes bandejas rectangulares y se vende por porciones. Su masa es más gruesa y esponjosa, ideal para quienes buscan una pizza fácil de compartir y con mucha variedad de ingredientes.
La pizza al estilo americano se distingue por su base gruesa y esponjosa, con una gran cantidad de queso y una combinación generosa de ingredientes. Generalmente, se hornea en moldes redondos y se sirve en porciones grandes.
Se caracteriza por su masa gruesa y esponjosa, similar a la pizza al taglio, pero con bordes más altos y una gran cantidad de tomate en la base. Generalmente, se hornea en bandejas rectangulares y lleva ingredientes sencillos pero intensos en sabor.
Elaborada con una fermentación prolongada que le da una textura aireada y un sabor más profundo. Su masa es ligera, con una corteza crujiente y un interior esponjoso, ideal para quienes buscan una opción más digestiva y artesanal.
También llamada «Deep Dish», esta pizza tiene una masa gruesa con bordes altos y se cocina en un molde profundo. Se rellena con capas abundantes de queso, tomate y otros ingredientes, logrando una textura única y sabrosa.
Una variante poco común pero exquisita. La pizza frita se prepara con una masa similar a la napolitana, pero en lugar de hornearse, se fríe en aceite hasta quedar dorada y crujiente por fuera, con un interior tierno y jugoso.